21 septiembre 2008

La mujer más hermosa del mundo

Y en medio de tantas cosas desagradables que se pueden encontrar por aquí, una fotografía de una de las mujeres más hermosas que han existido: Miroslava Stern. Era una mujer perfecta, diría que casi una diosa. Cuando veo ese hermoso rostro, con esos lindos ojos, me pregunto qué sería capaz de hacer un hombre por tener una mujer así a su lado.
Mejor aún. Imagínense que se pudiera "comprar el amor". Cuánto estariamos dispuestos a pagar por tener el afecto de esta mujer. Apuesto a que muchos se humillarían, robarían y hasta asesinarían con tal de lograr tener un poco de su cariño...
Pero bueno, todo esto es palabrería: el amor no se compra. Aquí los dejo con esta hermosura...

19 septiembre 2008

¡¡Extra, extra!!

Para aquellos que creyeron que esto de los descabezados era una clara muestra de la cruda violencia que aqueja a la sociedad de nuestros días, pues lamento decirles que esto no es así... Y para muestra, un ejemplar del periódico El Popular publicado en junio de 1932 en la que ya se habla de un decapitado. ¡Qué cosas!

Como vemos, la sociedad siempre ha sido igual de violenta que ahora, sólo que antes la gente no se enteraba de tan atroces asesinatos. Y es que mientras hoy en día leemos de un crimen que se cometió ayer en Tamaulipas o Tijuana, antaño las publicaciones apenas rescataban breves cosas de lo que sucedía en la Ciudad de México.

A lo anterior se suma la frase romántica que dice "Tiempos pasados fueron mejores", que aún confunde a muchos incautos...

¡Hay nanita, sálvese quien pueda! Hombres primero, por supuesto...

17 septiembre 2008

¡Lléve su compu!

Pues qué les digo, que es la primera vez que el maestro Isaac Asimov me da ternura. Y es que veánlo, tan futurista él, siempre un paso adelante en cuestiones científicas y tecnológicas, y aquí mostrando su ¡super computadora! pequeña y perfecta para todo tipo de usuario. Además, venía acompañada con una impresora que logra imprimir ¡¡520 palabras por minuto!!
Ni él pudo imaginarse que en 25 años (el armatoste de la foto es de 1983) un niño de primaria de clase media traería una compu mil veces mejor que la que Radio Shack vendía por muchos dólares...
Nunca había visto tan antiguo a Asimov y nunca me hubiera imaginado que al final de sus días, en lugar de escribir, se dedicó a vender computadoras... y ¡en Radio Shack!, es como si aquí Octavio Paz hubiera hecho comerciales para Viana... Y luego esas patillas tan horrorosas que usaba... Se me ha caído un ídolo.

07 septiembre 2008

No lo pude resistir: otra de Jis

Y una de Jis

Una de Trino

El reencuentro

Aquí el niño con su madre, luego de un feliz reencuentro. Qué bonito él, pero que fea ella.

¡Qué niño tan lindo!

¡Pero qué niño tan bonito! Su cabellito ralo, sus ojitos pispiretos—con arruguitas y toda la cosa—sus cejas pobladas, su nariz de condor y su boquita chiquita, chiquita... Se ve que lo hicieron con mucho amor. No entiendo por qué, luego de abortarlo, ponerle una golpiza, amarrarlo de pies y manos, y tratar de ahogarlo con una bolsa de plástico en la cabeza, su madre lo fue a tirar a un basurero. Lo bueno es que el chamaco aguantó como los grandes.
Dijo que eran simples cariños de su progenitora y que, si bien es cierto que llegó a sentir un poco de rudeza, era simplemente para que supiera que la vida no es un lecho de rosas. Desde entonces no ha dejado de golpearse la cabeza con una tabla, lo cual le ha acrecentado más esa "carita de estúpido", como la han llamado los doctores. Además de golpearse, le encanta comer frituras (rueditas y chicharrones), imitar voces y ver los programas de Mr. Bean... ¡Qué cosa!

05 septiembre 2008

El rincón del vago

Aquí algunas imágenes de mi cuarto, donde puedo pasar horas y horas sin sentir el menor atisbo de hartazgo. Cuando me encuentro en casa, básicamente es el único lugar en el que estoy. Todavía me da orgullo contar que una vez ¡estuve tres días enteros ahí! Apenas salí para mis necesidades básicas (el baño está a un metro), pero fuera de eso, todo el tiempo lo viví ahí. Aquí leo, veo películas, reviso fotografías, hablo por teléfono, duermo y hasta como. (¿Les he platicado que un día encontré entre las sábanas de mi cama una galleta vieja que llevaría ahí como dos meses?)

En mi cuarto nadie entra, absolutamente nadie, está prohíbido. A no ser que sea algo muy, pero muy especial. Como alguien que me ofrezca gratis su colección completa de cine sangriento, libros de fotografías o un animal disecado (creo que voy a empezar a buscar la cabeza de un venado para colgarla, se vería linda). Fuera de eso, siempre se encontrarán con la puerta cerrada y con un enorme letrero que dice "No molesten". Como pueden ver, mi habitación está llena de cosas. Libros, películas, ropa y muchos juguetes. ¿Que qué edad tengo? Bueno... ejem.... eso no es importante, o qué, no que todos llevamos un niño dentro. Yo tengo uno disecado, eso cuenta ¿no?

Cinco fotitos más...

La cajita de regalo...

Esta es la cajita en la que venía el perro. Bueno, las tripas, los huesos, las sustancias viscosas y los nervios que pertenecieron a un perro...

04 septiembre 2008

Una bonita postal nomás por no dejar...

Este bonito perro participó en las Olimpiadas caninas en Guau-guau, China, 2008. Ganó medalla de oro en nado de muertito... sólo que se lo tomó demasiado en serio y pues ustedes mismos ya pueden ver los resultados. Terminó hinchadísimo y con los ojos botados de sus órbitas. Después de una larga discusión, se optó por enviarlo de regreso a México cortado en seis gruesos filetes. Era eso, o mandarlo en una enorme caja que, por su tamaño y peso (tendrían que haberlo visto, pero en verdad estaba hinchadísimo) hubiera sido incosteable para la Federación del Deporte Canino (FEDECA).
Hoy mismo llegará a nuestro país en una discreta caja de regalos. No cuenten con sus ojos —que se perdieron en el camino— ni con la medalla, con la cual se le pagó al carnicero que lo fileteó. En fin, así son estas cosas del deporte. Lo único bueno de todo este embrollo, es que Canito, que así es como se llamaba el perro, viajó en primera clase, como los grandes. ¡Sí señor! Ah, porque eso sí, honor a quien honor merece, faltaba más. En México somos muy justos. ¡¡Viva México cabrones!!