Aquí dos buenos amigos (Jorge y Jesús) 10 minutos antes de que el primero se enterara que el segundo no traía ni un clavo para pagar los molletes que se refinó, y que provocaría el fin de una amistad de muchos años. Jorge empezó a insultar. "Eres un pobre diablo, un lumpen, ¿por qué no me dijiste que no traías?", decía Jorge, mientras Jesús le daba la última mordida a su bolillo.
Después comenzaron las agresiones físicas, pero al final la superioridad se impuso. Jorgito, chaparrito y enclenque como es, se llevó unos buenos sopapos y terminó con el ojo moro. Ah, de los molletes fueron ¡85 pesos! (no incluían agua ni café).
No hay comentarios:
Publicar un comentario