05 junio 2013

Alarma!: más allá de la nota roja

Las Poquianchis, caso célebre 
En medio siglo de existencia, Alarma! ha traspasado las fronteras del periodismo policíaco y se ha insertado en la vida cultural de nuestro país. Muestra de ello son las múltiples influencias que este semanario ha tenido sobre escritores, periodistas, dramaturgos, cineastas y músicos.

Las creaciones son igual de diversas. Actualmente existen novelas inspiradas en casos revelados por Alarma!, siendo el más ejemplar el de Las muertas (1977), de Jorge Ibargüengoitia, crónica inspirada en la historia de Las Poquianchis. Además, existen canciones, cuentos, obras de teatro, pinturas o estudios sociológicos. 

EL MORBO ES LA NOTICIA

A 50 años de su surgimiento, la pregunta es una: ¿Cuál es el aporte de esta revista? Para el cronista Ignacio Trejo Fuentes su presencia es fundamental en el periodismo mexicano, pues se ha dedicado a registrar con profunda exactitud las tragedias que forman parte de la vida misma.

Dice Trejo Fuentes: “La nota roja no la hacen los periodistas, los editores o los dueños de los medios de comunicación. La nota roja la hace la vida. Es indispensable que se den noticias policíacas, porque la vida no es una fiesta, la vida no es color de rosa. Así que ni modo: los periodistas debemos estar ahí y registrarla”.

Luego se pregunta a sí mismo: “Porque, ¿qué es el periodismo? El periodismo es un registro diario del palpitar del mundo. El análisis, la editorial o la interpretación, son otra cosa. El periodismo, y esto es claro, se finca en la nota informativa, y la nota, para bien o para mal, se finca en actos terribles.

“A mí no me importa que un pastorcito encontró un arco iris en Nueva Zelanda. Pero si me dicen que en Nueva Zelanda asesinaron a una niña de 13 años después de haberla violado, eso es noticia, causa morbo. El morbo, como la vida, es la noticia”.

KITSCH DE LA MUERTE

Para el novelista y cronista Fabrizio Mejía Madrid, la importancia de Alarma! radica en que creó toda una estética en torno a cómo presenciamos la muerte. Se convirtió, en palabras de Mejía Madrid, en un marco de referencia de lo tétrico.

“Considero que Alarma! tuvo una presencia cultural muy importante a la hora de procesar, digamos, los cadáveres, y la nota roja. Tan importante como las fotografías de Enrique Metinides, quien también durante 50 años nos enseñó cómo se ve un muerto. 50 años de Alarma! me parecen de una importancia crucial, que llegó al rock de la mano de Botellita de Jerez o a la historieta con Hermelinda Linda.

“Una especie de kitsch de la muerte que en ese entonces, hace 50 años, estaba tan alejada de nosotros y hoy, lamentablemente tan cerca. Y es que hoy, después de todo lo que ha pasado en el sexenio de Felipe Calderón, esta importancia cultural ha perdido peso. Los cadáveres se ven por todos lados. Se volvió cotidiana la muerte, tanto como el prefijo “narco”: la narcofosa, el narcocrimen.

Sobre la estética de la muerte, el autor de Disparos en la oscuridad abundó: “La estética de la muerte es una estética muy vieja, muy antigua, donde, digamos, el encuentro con las vísceras, los cadáveres y los esqueletos es un asunto de verte con tus iguales. También tiene que ver con la manera de relacionarnos con la tragedia. Lo que nos iguala en la suerte, en el destino, es la muerte. Mientras no te pase a ti, te exorcizas y te congratulas”. 


Respecto al caso de Las Poquianchis, caso célebre de Alarma! que dejó boquiabierto a la sociedad mexicana, señaló: “Ese caso es muy significativo porque es nuestro A sangre fría de Truman Capote. Es a lo que podíamos aspirar en ese momento, con eso policías, con esos jueces, con esos testigos comprados. No es el origen, pero sí uno de los inicios de la crónica policiaca en nuestro país”. (Juan Carlos Aguilar García)   

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