04 septiembre 2008

Una bonita postal nomás por no dejar...

Este bonito perro participó en las Olimpiadas caninas en Guau-guau, China, 2008. Ganó medalla de oro en nado de muertito... sólo que se lo tomó demasiado en serio y pues ustedes mismos ya pueden ver los resultados. Terminó hinchadísimo y con los ojos botados de sus órbitas. Después de una larga discusión, se optó por enviarlo de regreso a México cortado en seis gruesos filetes. Era eso, o mandarlo en una enorme caja que, por su tamaño y peso (tendrían que haberlo visto, pero en verdad estaba hinchadísimo) hubiera sido incosteable para la Federación del Deporte Canino (FEDECA).
Hoy mismo llegará a nuestro país en una discreta caja de regalos. No cuenten con sus ojos —que se perdieron en el camino— ni con la medalla, con la cual se le pagó al carnicero que lo fileteó. En fin, así son estas cosas del deporte. Lo único bueno de todo este embrollo, es que Canito, que así es como se llamaba el perro, viajó en primera clase, como los grandes. ¡Sí señor! Ah, porque eso sí, honor a quien honor merece, faltaba más. En México somos muy justos. ¡¡Viva México cabrones!!

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