02 octubre 2011

¡Peligro!

El 17 de abril de 1986, Alarma! cumplía 23 años de informar, semana tras semana, sobre los acontecimientos policiacos más importantes de México y el mundo. Su estilo único se tradujo en un éxito nunca antes visto para una revista de nota roja. Eran momentos prósperos para la publicación… hasta que la sombra de la censura cayó sobre sus páginas.
Con el pretexto de luchar por la “renovación moral”, el entonces presidente de México, Miguel de la Madrid Hurtado, inició una andanada contra “lo pornográfico”. Pero, cosas extrañas, lo primero que prohibió fue la publicación del libro Crisis y Supercrisis de Edgard Mason y la historieta Los grandes fraudes del sexenio pasado. Y entre las revistas prohibió Valle de lágrimas y Alarma!
Respecto a esta última publicación, todo fue un “castigo” del gobierno por las duras críticas que la publicación hermana, Impacto, realizaba contra el gobierno. En abril de 1986, un mes después de sus 23 años de existencia –durante los cuales se publicó ininterrumpidamente–, el semanario dejó de circular. Cinco años serían los que quedaría, irremediablemente, fuera del mercado.
Fue Raymundo Medellín Rodríguez, el entonces director, quien tuvo que enfrentar el veto del gobierno. Medellín Rodríguez había destacado como reportero policiaco y muy pronto se convirtió en uno de los mejores alumnos de Don Carlos Samayoa Lizárraga, creador del concepto periodístico de Alarma!
“Medellín peleó contra la censura y contra el cierre de la revista; sin embargo, el daño estaba hecho: habían asesinado a Alarma!, relata Miguel Ángel Rodríguez, actual director del semanario.
NACE ¡PELIGRO!
Fue entonces cuando Don Carlos Samayoa, en una suerte de autoplagio, decidió editar otra publicación, exactamente igual a la censurada. Con el característico amarillo y negro en las páginas, y la maestría de las cabezas de las notas – verdaderas lecciones sobre el uso del humor negro–, la nueva revista mostraba un único cambio: el nombre.
Ahora se titulaba ¡Peligro! (con el signo de admiración al principio y al final de la palabra) y tenía un subtitulo que decía: “Tragedias del pueblo”, que esclarecía –por si había alguna duda– lo que la gente podría encontrar dentro. Las letras del título aparecían en color rojo, enmarcadas en un cuadro amarillo; tenía un costo de 150 pesos.
El Director General era Carlos Samayoa Lizárraga, mientras que el Director de Edición era Gilberto Samayoa Madrigal (hijo de don Carlos), quien ya antes había sido director en Alarma! El primer número salió el 13 de agosto de 1986 –hace 25 años– y curiosamente no traía en la portada un caso policiaco, sino uno sobrenatural: el drama de los siameses estadounidenses Ronnie y Donnie, que visitaron nuestro país para presentarse en un espectáculo circense.
En la contra portada se destacó el asesinato de un niño a mano de tres judiciales y una nota en la que se revelaba que Caro Quintero operaba desde prisión a su mafia de narcos internacionales. Con excepción de ese primer número, las siguientes portadas volvieron a ser netamente policiacas.
EL SELLO SAMAYOA
El éxito no tardó en llegar. Muy pronto el público la tenía entre sus preferidas. Y es que además de ofrecerles la mejor información policiaca, la presentaba con la misma ironía que siempre. Basta leer algunos de los titulares que caracterizaron a ¡Peligro!:
“Con una pala acabó a mamá y es huerfanito!”, “Del más allá le dijeron: ¡mátala! En el más acá ya ordenaron: ¡Enciérrenlo!”, “’Soy Chucho El Roto’, presume el vil raterazo”, “Anduvo de farra con ‘La Negra’; a la hora del amor… ¡era negro!”, “Le cercenó la oreja siniestra porque cortó naranjas”, “No jugó con la niña… ¡la mató!”.
También, como ya es tradición, la revista informaba sobre la farándula y temas de Historia. Actualmente es casi imposible conseguir un ejemplar de ¡Peligro! Con un poco de suerte es posible encontrarse con un número maltratado en la Lagunilla o en un puesto callejero, de esos que venden baratijas y publicaciones antiguas. Pero eso sería una suerte muy grande. La mayoría de las revistas se han perdido para siempre.
Las pocas que quedan, son un testimonio fiel de lo que ocurría en aquella época en nuestro país y, sobre todo, del talento de Don Carlos Samayoa Lizárraga.
Luego de los cinco años que permaneció fuera del mercado, Alarma! regresó de la mano del experimentado periodista Juan Bustillo, quien tenía muy clara la necesidad de publicar cierta información que otros medios, simplemente, omitían. Bustillo fue el Director General mientras que el periodista Daniel Barragán estuvo al frente de la Dirección Editorial.
El asistente de Barragán era Miguel Ángel Rodríguez, quien a la postre se convertiría en el nuevo director del semanario, con el reto de mantener la revista entre la preferida del público, pese a las múltiples publicaciones policiacas que ahora inundan el mercado. (Juan Carlos Aguilar García)

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola mi ray tal vez te interesa saber g el yerno d felipe mercado julio cesar reyes castro es un vulgar ratero q le roba a todos los g gueremos pagar nuestro predio por q el sinico lo proteje al sr julio lo encuentras en la receptoria d las aguilas a ver si tu nos apoyas por tu medio para dar a conocer guien es en realidad imvestiga y ya lo veras espero y no le temas al sinico