10 octubre 2011

¡El narco en México!

Más de 50 mil muertos, dos profundas crisis –una política y otra económica– y un tejido social hecho pedazos. Ese es el saldo, hasta ahora, de la guerra que el presidente Felipe Calderón emprendió contra el narcotráfico desde el primer día de su gobierno en diciembre de 2006.
Y apenas viene lo peor. En opinión del periodista Ricardo Ravelo, autor del libro El narcotráfico en México. Historia e historias de una guerra (Grijalbo), “no estamos ni en la fase intermedia de esta lucha. Se trata, más bien, de su inicio… y la verdad es que ha empezado muy mal”. Tras reflexionarlo un poco, afirma convencido:
“Esta tarea no es de un sexenio, más bien es una tarea a un muy largo plazo que inició mal, con muchos tropiezos. Los operativos en su momento fueron duramente cuestionados por la falta de estrategia en la persecución de las organizaciones y de los delitos que se han ido cometiendo. El resultado: una gran diversificación de actividades del narco, que además ha logrado reposicionarse en el país y crecer hacia otros territorios internacionales.
“Así que el presidente tendrá que responder a una pregunta: ‘¿Qué fue lo que combatió en cinco años?’ Porque lo que hemos visto es que el narcotráfico ha crecido. Cuando comenzó su gobierno había ocho cárteles y hoy, a cinco años de distancia, hay cinco más: El cártel del Pacífico Sur, Los Templarios, La Resistencia, Guadalajara Nueva Generación y La Mano con Ojos.
“Y lo peor de todo es que hacia Centro y Sudamérica el narco creció mucho. Por lo menos hay cuatro organizaciones que se conocen muy bien desde Colombia hasta México y que tienen el dominio del transporte de la droga, que son La Familia, Sinaloa, Los Zetas, y el Cártel de Tijuana, que, dicho sea de paso, también es una organización con mucha presencia en Europa. La guerra terminó fortaleciéndolos”, señala Ravelo.
RADIOGRAFÍA CRIMINAL
En estos últimos cinco años, muchos son los nombres de los capos, cárteles y funcionarios que se han sumado a esta radiografía criminal. Son tantas las referencias que es muy fácil que el lector se pierda entre tanta información. Esa razón motivó a Ravelo a hacer un recuento de lo que ha ocurrido en el último lustro, pero con una mirada retrospectiva.
“Es un tema que hay que estar actualizando constantemente. La velocidad con la que ocurren los hechos, prácticamente nos hace perder la memoria de buenas a primeras, de dónde estamos parados y porqué. Ante estas confusiones que de pronto surgen en la gente, se impuso la necesidad de hacer una revisión con una mirada retrospectiva.
“Por más de una razón se decidió partir de los escándalos de corrupción que privaron en el sexenio de Ernesto Zedillo, que no quiere decir que no los hubiera con Carlos Salinas de Gortari ni con Miguel de la Madrid. Pero la parte más elocuente de la infiltración del narco en el poder se da escandalosamente con Zedillo”, afirma el también autor de “Osiel. Vida y tragedia de un capo”, quien detalla:
“Hay dos hechos que dan cuenta de ello. Uno es la detención del General Gutiérrez Rebollo; y la otra es todo lo que ocurrió en el entorno de Amado Carrillo y las negociaciones con el ejército para que se le dejara de perseguir. Un hecho en el que no quedó claro qué pasó. El hecho es que a partir de ello se da otro escándalo de la narco política: el caso Mario Villanueva. “Entonces partimos de esto y nos damos cuenta que con Fox las cosas no fueron diferentes. Se intentó combatir el narco, pero con una estrategia muy suelta, quizá más enjundiosa que real, porque no hubo una estrategia concreta de combate. Lo que sí llama la atención es que el ejército comienza a tener una participación más protagónica en estos eventos, pero ya con Fox la situación de la penetración del narco en la estructura de poder empezó a ser muy significativa y no advirtieron que esto iba a convertirse en una verdadera crisis para el país”.
ERROR ESTRATÉGICO
De ahí que –explica Ravelo– cuando Felipe Calderón toma las riendas de la presidencia, el diagnóstico da cuenta de una fuerte presencia de narcotráfico en muchos territorios. No es gratuito que plantee como primer eje de su cruzada el rescate de los espacios públicos y de convivencia social.
“Esto traducido en los hechos quiere decir que Calderón comenzó a gobernar prácticamente con un poder paralelo en el país, en este caso el narcotráfico, ya muy bien posicionado en el territorio mexicano. Posteriormente quedó muy claro que no solamente era una disputa política, sino también una disputa por territorio y poder.
“Había un grupo delincuencial entreverado con la clase política que estaba ejerciendo poder e incluso un cogobierno en muchas demarcaciones. Se estima que el 70% de los municipios del país están controlados por el narco”.
Comenta Ravelo que a lo largo de los años se observó que la estrategia fue inadecuada desde el inicio, porque se arrancó con una muy fuerte presencia militar y se dejaron de lado otras estrategias que hoy no vemos, como el combate al nervio financiero.
Pero hay algo aún más preocupante para Ravelo: la desatención social. “Porque ahí donde hubo vacío de poder, ahí donde el Estado dejó de atender a la sociedad, ahí entró el narcotráfico”.
Y un error más: “La guerra debió empezar adentro del poder, porque hoy el nivel de corrupción en el gobierno es brutal”.
Lamentablemente, uno de los sellos que han marcado el gobierno de Calderón ha sido la falta de autocrítica. “Es un gobierno que no escucha”, finaliza Ravelo.

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