Te perdono el montón de palabras que has soplado en mi oido desde que te conozco.
Te perdono tus fotos y tus gatos, tus comidas afuera, cervezas y cigarros.
Es más, te perdono andar como tu andas, tus zapatos de nube, tus dientes y tu pelo.
Te perdono los cientos de razones, los miles de problemas, en fin te perdono no amarme.
Lo que no te perdono es haberme besado con tanta alevosía, tengo testigos: un perro, la madrugada y el frío.
Y eso sí que no te lo perdono, pues si te lo perdono seguro que lo olvido.
2 comentarios:
esa canción llevó ya un mes oyendola en mi disco de Tania Libertad, que entre otras joyas incluye esa
saludos mi carnal
Muy buena canción, la verdad. A ver si nos vemos antes de que termine el año ¿no?...
Saludos
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